¿Y por qué...?

             Cualquier persona a la que le guste la Semana Santa, aunque sea poco, conoce las marchas típicas de toda la vida: Amarguras (Manuel Font de Anta), Rocío (Vidrié), Pasan los Campanilleros (Manuel López Farfán), y otras muchas de las clásicas. Los que entienden un poquito más también conocen marchas nuevas que están más de moda, como son Reina de Triana (José Miguel López Rueda), Caridad del Guadalquivir (Paco Lola) o Mi Amargura (Víctor Ferrer), entre otras.     Pero luego escuchan Memoria Eterna (Germán Álvarez Beigbeder), Regidor Perpetuo (Abel Moreno) o Cristo del Amor (Francisco Javier Moreno) y nadie las conoce, excepto en las ciudades o zonas en donde están dedicadas.

            He ahí la clave. La mayoría de las marchas que se escuchan en todos los lugares son marchas muy conocidas, la mayoría sevillanas, y las que se ponen más de moda cada año. Voy a centrarme en El Puerto, que a parte de ser mi ciudad, resulta ser un sitio donde esto de las marchas se ve muy afectado por las modas.

            Como cofrade que soy disfruto muchísimo cuando veo un palio con cualquiera de las marchas antes nombradas, pero ¿y por qué no cambiar un poco? ¿Es que El Puerto no tiene suficientes marchas para poder hacerlo? Que yo sepa, en Sevilla a la mayoría de las Hermandades le tocan marchas de otras (este año ha sido muy marcado el hecho de que sonase Macarena (Abel Moreno) en Campana tras la Esperanza de Triana, o tras la Esperanza Macarena en calle Sierpes la marcha que Manuel López Farfán dedicase a la Esperanza de Triana), y ninguna tiene problema en ello. ¿Y por qué en El Puerto no suenan marchas del Olivo tras la Amargura, o de la Humildad tras los Cerillitos?

            Es una duda que siempre he tenido y tendré mientras ocurra. Este año ha habido un paso en esto, y es que tras la Virgen de los Dolores del Nazareno ha sonado Sursum Corda (Antonio Trigo), dedicada a Nuestra Señora de la Entrega de la Borriquita. Es un paso hacia delante y que ojalá se vea con más frecuencia en la Semana Santa de El Puerto.

            Pero ahora llega el gran problema. Si en una Hermandad no se tocan ni sus propias marchas, ¿cómo vamos a esperar que se toque en las demás? Y el gran problema de ello es que si no se tocan las marchas, se acaban perdiendo. Gracias a la tecnología de los últimos años ya podemos tener grabaciones de nuevas marchas, pero seguro que hay muchísimas marchas portuenses perdidas en la historia por dejar de tocarse. Por poner un ejemplo, Nuestro Señor Jesucristo en la Oración en el Huerto o María Santísima de Gracia y Esperanza, ambas del Maestro Enrique Galán dedicadas a la Hermandad del Olivo. Esas dos marchas perdidas en el archivo de la Banda Municipal de Rota, ni siquiera se tocan en la Hermandad a las que van dedicadas, ¿cómo iban a tocarse tras la Virgen del Desconsuelo, por ejemplo? Es la Hermandad la que tiene que buscar que se toquen, y hacer lo mismo con Madre de Gracia y Esperanza (Guillermo Fernández Ríos), que va por el mismo camino. Las juntas de gobierno de las Hermandades deberían obligar a quien sea el que elija el repertorio de la Hermandad a que incluya las marchas propias, le guste o no, porque ahí tenemos el ejemplo con la marcha ya citada de la Cofradía del Miércoles Santo. O por ejemplo, es inconcebible que Madre y Señora del Desconsuelo (Javier Alonso Barba), dedicada a la Hermandad de la Humildad y Paciencia en 2010 para su 450 aniversario, todavía no haya sido estrenada.

            Este año tras la Hermandad de la Borriquita han sonado sus marchas propias Sursum Corda y Emunah, ambas de Antonio Trigo, una vez la primera y dos veces la segunda, cuando el año pasado sonó Sursum Corda hasta seis veces. Una cosa es pasarse, como la Amargura el primer año del estreno de Reina de San Joaquín (Carlos Delgado) que sonó muchísimas veces durante el recorrido (hasta cuatro veces seguidas en la recogida), y otra es quedarse corto, como en mi opinión le ha ocurrido este año a la Hermandad de la Borriquita.

            Muchos dirán que las marchas propias si que suenan en las Hermandades de El Puerto. Y yo no voy a ser el que diga que no, porque aunque no todas, en los últimos años está aumentando el número de interpretaciones. Mi pregunta es ¿y por qué tocan esas marchas en calles en las que no hay nadie, o muy poco público? Las marchas propias están dedicadas a los titulares, ¿qué mejor sitio para tocarlas que en los puntos de interés? En vez de tocar por ejemplo dos veces una misma marcha en el mismo punto, que suene sólo una vez y la segunda sea sustituida por una de las marchas propias.

            No se que opinará la gente, pero creo que sería bonito que las Hermandades dejen atrás esas rivalidades de las que tanto presume El Puerto y poder escuchar, por ejemplo, A mi Virgen de la Piedad (Abraham Padilla) tras la Amargura, Reina de San Joaquín (Carlos Delgado) tras la Virgen de la Entrega o Sursum Corda (Antonio Trigo) tras María Santísima de Gracia y Esperanza. Hay gente a la que le gustaría, y sería una buena forma de mantener vivas las marchas de El Puerto y que éstas no desaparezcan en el olvido como es el caso de muchísimas que seguro que ni en las propias Hermandades tienen constancia de su existencia.

            Un poco de interés, una pizca de esfuerzo, retirar poco a poco las diferencias y el ingrediente secreto, el querer lo mejor para nuestra Semana Santa y para nuestras Hermandades son los ingredientes para la receta perfecta. ¿Y por qué no probarla? Algunos lo han hecho con algún montaje colgado en youtube como este. Disfrutadlo y esperemos que pronto esto sea una realidad y no sólo un montaje.