Jesucristo Yacente en su santo entierro, titular de la Hermandad de la Soledad de El Puerto de Santa María fue realizado en 1580 por el escultor-imaginero Miguel Vallés. En un principio era una talla de un crucificado con cabello natural, brazos articulados concebido para procesionar en una cruz pero años más tarde, en 1920, Juan Botaro realizó la restauración para dejarlo como está actualmente tallándole una melena y los brazos inmóviles tal y como lo podemos ver hoy.
Desfila cada Viernes Santo en el interior de una urna de plata con sudario de encaje sobre mesa metálica con canastilla y respiraderos de metal plateado y repujado, obra de Gabella, y faldones de terciopelo morado.
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